Apoyo A La Piscicultura Sostenible
La acuicultura es el área de la cadena de suministro de alimentos de más rápido crecimiento en el mundo. Durante los últimos diez años, la producción anual de pescado, mariscos y algas en condiciones controladas ha registrado un aumento del 600 %. Es muy probable que el salmón del Atlántico, la lubina o las gambas que consume en casa hayan sido criados en una granja piscícola, lo cual es importante para nuestro planeta. El motivo: la acuicultura es un pilar fundamental de la estrategia «Transformación Azul» de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU, cuyo objetivo es incrementar la inclusión de los alimentos marinos en la dieta humana de manera respetuosa con el clima y el medio ambiente.
Un pescado que se adapta particularmente bien a la piscicultura es la tilapia. Habita en entornos de agua dulce, crece con rapidez y se nutre de algas o alimentos a base de plantas. Por si fuera poco, su consumo es muy saludable, dado que es rica en proteínas, baja en grasas y es una excelente fuente de fósforo, un elemento esencial para mantener los huesos sanos. Es más, tiene un sabor agradable y su coste es relativamente económico. En EE. UU. es la cuarta especie de pescado de mayor consumo.
Sin embargo, la reputación de la tilapia se ha visto afectada debido a varios casos de prácticas acuícolas dudosas en algunas partes del mundo. No obstante, esto no es así en la cooperativa C.Vale en Brasil. Fundada en 1963, la cooperativa cuenta con más de 23 000 socios que producen una gran variedad de cultivos, carnes y lácteos. La sostenibilidad es la base de todas las acciones de C.Vale, desde sus medidas de reforestación y conservación del agua hasta su apoyo para que sus trabajadores y trabajadoras cuenten con guarderías infantiles.
Los socios de la cooperativa crían la tilapia en condiciones óptimas y mediante técnicas innovadoras y sostenibles. Posteriormente, el pescado se entrega a la principal planta de procesamiento y almacenamiento en Palotina, ubicada en el estado de Paraná, al sur de Brasil. Desde aquí, los productos se exportan a todo el mundo. La planta se construyó en 2016 con el fin de emplear la mejor tecnología disponible en el mercado de enfriadores de aire para refrigerar el pescado y congelarlo antes de exportarlo. El principal desafío para lograrlo eran las dimensiones de las instalaciones: 10 000 metros cuadrados.
C.Vale eligió a Güntner, quien ofreció una solución de refrigeración conformada únicamente por productos propios. Estos incluyeron 14 Enfriadores de Aire Cubic VARIO, 11 Enfriadores de Aire Dual VARIO, 6 Enfriadores de Aire Process y 2 Condensadores Evaporativos ECOSS G3, todos de Güntner. «El proyecto fue de una escala de refrigeración completamente inusitada para nosotros, y el resultado superó las expectativas de C.Vale», comenta Ramos.
La meta inicial de C.Vale consistía en procesar 75 000 tilapias al día. Dicha meta se alcanzó de inmediato, y a lo largo de los siguientes seis años, la producción ha ido en aumento hasta alcanzar las 150 000 tilapias diarias —y todo sin necesidad de modificar ninguno de los procesos iniciales. Ramos agrega que la cooperativa también se está beneficiando del impulso financiero derivado de los sustanciales ahorros logrados en el consumo de energía y agua, mientras que, como parte de la solución de enfriamiento implementada en la planta, sus 450 empleados pueden disfrutar de la comodidad de instalaciones con aire acondicionado.
«Nuestra línea de trabajo siempre presenta retos, pero eso es lo que nos inspira y motiva», afirma Ramos. «Contamos con la tecnología y los conocimientos necesarios para llevar a cabo un proyecto de esta magnitud con la certeza de que el cliente obtendrá los mejores resultados».