Cultivando Tomates Y Cuidando El Medio Ambiente
Todo parece indicar que alrededor del mundo hay un gusto insaciable por el tomate. Hoy en día, se producen más de 180 millones de toneladas anuales de este alimento con el fin de satisfacer la demanda de tomates frescos, enlatados y en pasta concentrada. Además, estos llamativos frutos rojos son buenos para la salud, dado que aportan pocas calorías pero sin embargo son ricos en potasio, folato y vitaminas C y K; asimismo, contienen licopeno, un potente antioxidante cuyo consumo, por ejemplo, ha sido científicamente vinculado con un menor riesgo de padecer enfermedades del corazón. Durante los últimos 50 años, la producción de tomates ha aumentado en más de un 400 %. Con el fin de ofrecer el fruto en tiempo y forma, este se cultiva durante todo el año en invernaderos que, durante los meses de invierno, cuentan con sistemas de calefacción. Sin embargo, dichos sistemas requieren energía, lo que presenta un dilema para los agricultores, pues actualmente los consumidores valoran cada vez más la sostenibilidad.
En Italia, FRI-EL, uno de los principales productores de energía limpia, encontró una solución ingeniosa a este problema mientras buscaba una manera de usar el calor residual de la producción de electricidad con biogás. En Ostellato, un municipio a unos 50 km del noroeste de Bolonia, construyó invernaderos de alta tecnología justo al lado de su central eléctrica, lo que permitió que sus sistemas de calefacción funcionasen con el agua caliente producida por la planta. El proyecto, conocido como H2Orto, le permite producir durante los 365 días del año una gran variedad de tomates para su comercialización tanto en Italia como en otros países europeos.
La sostenibilidad es la clave del proyecto. Los tomates se cultivan en invernaderos gigantes de alta tecnología mediante un sistema hidropónico, el cual requiere superficies y cantidades de agua considerablemente menores que los cultivos tradicionales. Dichos invernaderos cuentan con un sofisticado sistema de irrigación que permite la recuperación, filtración y reutilización del agua sobrante, así como la recolección y uso del agua de lluvia. La planta de biogás utiliza los subproductos agrícolas, que a su vez eventualmente acaban convertidos en fertilizantes.
En palabras del anteriormente Director Comercial Alessio Orlandi: «Ahorramos un 70 % de la superficie de cultivo y un 70 % del agua, y utilizamos un modelo de producción que aprovecha nuestra economía circular: recuperamos energía valiosa y, al mismo tiempo, creamos un círculo virtuoso que es bueno tanto para el medio ambiente como para nuestros tomates».
El proyecto comenzó en 2015 en un área de tan solo 1,5 hectáreas, pero desde entonces se ha ampliado significativamente mediante la adición de más invernaderos. Este año, el área total de cultivo llegará a más de 31 hectáreas: el equivalente a 40 campos de fútbol.
Este crecimiento ha derivado en la necesidad de construir una nueva instalación de procesamiento y almacenamiento, algo en lo que Güntner ha desempeñado un papel clave gracias a su tecnología con uso eficiente de energía. La instalación se divide en tres áreas: una en la que los tomates se someten a un proceso de refrigeración rápida —que permite que conserven su valor nutricional— y dos más para su procesamiento y expedición, por lo que deben mantenerse a una temperatura baja.
Por lo general, no se desperdicia absolutamente nada. «El agua fría producida por los enfriadores también se emplea para generar aire frío en otras áreas de la planta de producción, por ejemplo, en los vestuarios o en las oficinas», comenta Orlandi. «Esto significa que la refrigeración en estas áreas también puede beneficiarse del ahorro de energía y de la fiabilidad de los sistemas de Güntner que hemos instalado».
El sistema de enfriamiento y refrigeración rápida utiliza 14 enfriadores de aire Güntner Cubic VARIO de los modelos más recientes; que cuentan con motores de consumo eficiente de energía para los ventiladores EC, así como de un sistema de postcalefacción —esencial para controlar el nivel de humedad adecuado para los tomates—, con una capacidad de refrigeración de un megavatio
«Estamos encantados de que hayan elegido a Güntner no solo por la calidad de nuestros productos sino también por el soporte técnico que nuestro equipo ofreció durante la etapa de desarrollo del proyecto», afirma Stefano Vidal, jefe de ventas de Güntner en Italia. «Lo que FRI-EL está haciendo va en sintonía con nuestra visión para crear un futuro mejor. Nuestras soluciones son las más fiables del mercado y ofrecen el consumo más eficiente de energía; estos factores hicieron que los productos de Güntner fueran la mejor elección».
Los tomates H2Orto fueron certificados por Amigos de la Tierra —lo que se traduce en una acreditación internacional otorgada a las prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles—, un hecho que ha llamado la atención del público, quien aprecia cada vez más la sostenibilidad de los productos que consume. «Estamos muy orgullosos de ser parte de este proyecto y de nuestra contribución para resolver los retos del futuro», concluye Vidal.