OPTIMIZAMOS LOS SISTEMAS DE SECADO EN LA PRODUCCIÓN DE ALGODÓN
El algodón, cultivado desde hace más de 7,000 años, es uno de los textiles de mayor uso en el mundo. Proviene del arbusto del género Gossypium, pertenece a la familia de las malváceas y se cultiva en las regiones tropicales y subtropicales del planeta. Las semillas de la planta están rodeadas por “cápsulas” esponjosas conformadas principalmente por celulosa. A partir de estas, tras un largo y complejo proceso, se obtienen las fibras de algodón.
Brasil es el cuarto productor mundial de algodón, y SLC Agrícola opera en cerca del 7% de las áreas de su cultivo en el país. La compañía es una de las principales productoras agrícolas del país, y ha cultivado algodón en la sabana brasileña durante más de 25 años. La declaración de la misión de la empresa hace énfasis en la sostenibilidad, por lo que aprovecha las innovaciones tecnológicas para mejorar su eficiencia. Por ejemplo, sus cosechadoras de algodón cuentan con sensores que registran información de productividad georreferenciada, lo que permite visualizar la producción de los cultivos en mapas de cosecha.
Una vez cosechadas, las cápsulas de algodón se procesan en hilanderías especializadas ubicadas en las plantaciones de SLC Agrícola. En primer lugar, las muestras se someten a análisis de laboratorio para determinar la calidad de las fibras y sus características, incluyendo su longitud y resistencia. Las cápsulas se almacenan en fardos que posteriormente se transportan a mercados nacionales y extranjeros donde las fibras de algodón se transforman en hilos.
Un paso clave de este proceso consiste en secar las cápsulas de algodón después de la cosecha, ya que es esencial para la calidad del producto final. Cuando la tecnología de secado en las plantaciones de SLC Agrícola presentó problemas, la compañía buscó la ayuda de Güntner. Thainã Garcia, gerente de Ventas de la línea de productos EPC en Brasil, llevó a cabo una visita técnica a fin de identificar los posibles puntos de mejora y ajuste para optimizar la eficiencia del proceso.
“Sus intercambiadores de calor no les estaban brindando el rendimiento necesario”, explica Garcia. “Una de las razones era que no se había considerado la cantidad de partículas en el aire, las cuales bloqueaban los intercambiadores de calor; a su vez, esto resultaba en largas horas de limpieza cada semana. Además, no se había calculado correctamente el flujo total de aire disponible a lo largo de los sistemas de ventilación, por lo que tampoco se habían tomado medidas para atender las caídas de presión en los ventiladores”.
Garcia comenta que en una de las plantaciones, por ejemplo, el cliente contaba con un intercambiador que calentaba 16,200 m³/h de aire a 45° C cuando en realidad debería calentar 60,000 m³/h de air a 65° C.
Además de resolver los problemas de eficiencia, Garcia también propuso solucionar los bloqueos en los intercambiadores de calor, algo que logró al incrementar el espacio entre los tubos y las aletas. Como resultado, ya no es necesario limpiar el equipo con tanta frecuencia.
Se instaló un total de diez nuevos serpentines para enfriadores de aire de Güntner en seis diferentes plantaciones de SLC Agrícola. Todos fueron hechos a la medida y cuentan con dimensiones y puntos de fijación distintos, pues cada planta los instaló de varias formas, ya sea horizontal o verticalmente o bien dentro de cajas. Sin embargo, todos comparten un diseño pensado para brindar eficiencia máxima durante el proceso de secado. Y tres años después, es justamente lo que siguen ofreciendo.
“Al día de hoy, los intercambiadores de calor siguen operando a la perfección y el proceso de secado ha mejorado de manera considerable”, afirma Garcia. Por si fuera poco, la experiencia de Güntner ha dejado una muy buena impresión en el cliente.