ECOLOGÍA Y ACERO: UN ENFOQUE REVOLUCIONARIO PARA LOS CONDENSADORES EVAPORATIVOS

«Deseábamos evaluar la tecnología existente e idear cómo mejorarla», comenta Fabricio Dedavid, director de operaciones de Güntner en Brasil, al remitirse al año 2011. Se refiere a la tecnología de los condensadores evaporativos, pues en ese entonces, las unidades hechas por diferentes fabricantes eran prácticamente iguales. «Se les consideraba como productos genéricos», recuerda. «Es una situación similar a cuando vas a comprar un teléfono móvil Android: hay cientos de modelos diferentes, pero todos parecen iguales y ofrecen prácticamente la misma experiencia... hasta que de repente, ves el iPhone».

Innovation stainless steel evaporation content

La cuestión era la siguiente: ¿cómo introducir un cambio radical en la tecnología de los condensadores evaporativos, similar al impacto de Apple en el campo de los smartphones, y desarrollar algo totalmente revolucionario? Dedavid se reunió con Osni Caron, CEO de Güntner Brasil, para planear la forma de lograrlo. «El principal reto era que, durante décadas, la tecnología había empleado recubrimientos galvanizados», comenta Caron. «Esto causa muchos problemas ambientales, pues implica el uso de metales como plomo o zinc, los cuales pueden filtrarse en los sistemas de agua. Así, empezamos a sopesar opciones que no dañaran el medioambiente».

La solución fue una verdadera revelación: un condensador evaporativo fabricado en acero inoxidable. Los beneficios ambientales eran evidentes. Además de evitar el uso de metales potencialmente dañinos, los serpentines y la carcasa de acero inoxidable son más resistentes a la corrosión, lo que reduce el uso de agua y químicos.

Sin embargo, vislumbrar ventajas potenciales y desarrollar un producto funcional eran dos cosas muy distintas. En primer lugar, fue necesario buscar la ayuda de expertos externos para comprender los retos de trabajar con acero inoxidable; en particular, era necesario saber más sobre los diferentes tipos de corrosión y contaminación que podían presentarse. La respuesta se obtuvo en la pasivación, un proceso de acabado químico que crea una capa protectora de óxido en la superficie del acero inoxidable. Para poder pasar a la fase de pruebas, fue necesario tomar una decisión audaz: la construcción del EC-LAB, un laboratorio completamente nuevo. Este enorme edificio de 215 metros cuadrados es único en el hemisferio sur dado que, gracias a su tecnología vanguardista, tiene la capacidad de emular las condiciones climatológicas de cualquier lugar del mundo.

«DECIDIMOS CONSTRUIR EL EC-LAB CON EL FIN DE CONCEBIR UN PRODUCTO GLOBAL. EN VEZ DE DESARROLLAR UNA SOLUCIÓN LOCAL, DESEÁBAMOS CREAR ALGO QUE PUDIERA UTILIZARSE EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO. PARA ELLO, EL LABORATORIO NOS AYUDARÍA A CERCIORARNOS DE QUE EL PRODUCTO FUNCIONARÍA DONDE FUERA».
FABRICIO DEDAVID DIRECTOR DE OPERACIONES BRASIL, GÜNTNER

El resultado de todo este esfuerzo fue el ECOSS, el primer condensador evaporativo de acero inoxidable del mundo desarrollado desde su conceptualización. Caron comenta: «Es completamente diferente a las demás soluciones existentes. Se trata de una unidad 100 % reciclable, pues está hecha casi al 100 % de acero inoxidable».

Dedavid agrega: «Una preocupación que surgió al concebir esta solución fue que podría ser muy costosa. Pero el EC-LAB nos permitió obtener la información necesaria para determinar que el coste del ECOSS podía ser muy competitivo». Además de sus ventajas medioambientales, el ECOSS genera una significativa reducción de costes. El coste total de propiedad disminuye gracias a que se trata de un equipo con una vida útil prolongada, con costes de funcionamiento y mantenimiento bajos, y una capacidad térmica sostenible. Por si fuera poco, el ECOSS ocupa hasta un 30 % menos de espacio que una unidad galvanizada común, y pesa un 40 % menos. «Todo esto significa que el nuestro no es un producto genérico», afirma Dedavid. «Nadie puede decir que nuestros competidores ofrecen lo mismo».

«Es verdad», asiente Caron. «Esta unidad es única en su género». El ECOSS ha sido un verdadero éxito: hasta la fecha, se han vendido más de mil unidades, actualmente operativas en países alrededor del mundo entero, desde América y Australia, hasta el Medio Oriente y Asia. Su gran variedad de aplicaciones incluye plantas procesadoras de carne, centros de datos, y refrigeración en la generación de energía.

«CUANDO NOS REUNIMOS POR PRIMERA VEZ PARA HABLAR SOBRE ESTE PROYECTO, NUESTRA MOTIVACIÓN ERA CREAR UN PRODUCTO COMPLETAMENTE NUEVO QUE FUERA MÁS EFICIENTE Y ECOLÓGICAMENTE RESPONSABLE, Y QUE ADEMÁS OFRECIERA AL CLIENTE UN VALOR AÑADIDO. Y CREO QUE HEMOS DADO EN EL CLAVO».
OSNI CARON CEO BRASIL, GÜNTNER