Llevamos Energía Limpia A Brasil
En lo referente a energía limpia, Brasil es líder mundial. Más del 80 % de la electricidad generada en ese país proviene de fuentes renovables, en su mayor parte de energía hidroeléctrica, aunque el gobierno también está invirtiendo en soluciones de biomasa, eólicas y solares. Las emisiones per capita de gases de efecto invernadero registran una tendencia a la baja, y la generación de manera continuada de energía renovable será un componente importante para que Brasil cumpla con su compromiso de reducir las emisiones de carbono a la mitad para el año 2030.
Sin embargo, generar energía limpia es tan solo el primer paso. Lo siguiente es llevar dicha energía a los 50 millones de usuarios del país, lo que implica contar con una compleja red de transmisión y distribución. El Sistema Interconectado Nacional de Brasil lo conforman más de 140 000 kilómetros de líneas de alimentación que además de llevar electricidad a todo el país, permiten abastecer de energía a áreas que aún hoy están poco electrificadas.
Una vez que la energía se acerca al usuario final, pasa a un sistema de distribución local. En este punto, el voltaje debe reducirse para que la energía pueda llegar de manera segura y eficiente a los consumidores, ya sea mediante líneas de alimentación aéreas o subterráneas. Estas subestaciones cuentan con un compensador síncrono, un dispositivo esencial que se encarga de garantizar la estabilidad de la red y de reducir el impacto de crisis súbitas, tales como la caída de un rayo en una línea de alimentación aérea. El compensador es, en esencia, un motor eléctrico de gran tamaño que no está conectado a ningún equipo de conducción. Este motor se calienta a medida que gira, y como cualquier otro motor, requiere un sistema de enfriamiento eficiente... y es aquí donde Güntner entra en acción.
Anteriormente, los compensadores estaban diseñados para operar con torres de enfriamiento, pero tal y como explica Thainã Garcia, estas consumen cantidades inadmisibles de agua, son ruidosas y, además, los procesos de tratamiento del agua son caros debido a que requieren el uso de productos químicos que además son dañinos.
¿La respuesta de Güntner? Optimizar el sistema de enfriamiento mediante sus enfriadores de fluidos V-shape COMPACT y V-shape VARIO. Nuestros equipos no solo cumplen con los estrictos estándares de legislación del mercado, sino que también son más ecológicamente responsables que sistemas de enfriamiento anteriores. ¿La razón? Los enfriadores de fluidos son un circuito cerrado, lo que evita la pérdida de agua por evaporación y, a su vez, elimina la necesidad de tener que tratar el agua con productos químicos. Además, reducen los costes de mantenimiento. «Los sistemas anteriores empleaban torres de enfriamiento de circuito abierto, los cuales requerían un mantenimiento constante. Adicionalmente, el proceso de limpieza de los intercambiadores de calor tomaba mucho tiempo», cuenta Garcia.
Pero ese no fue el único reto a vencer. Garcia agrega: «Para poder completar el circuito de enfriamiento, se necesitaron bombas de agua montadas sobre patines que garantizaran tanto la recirculación de los fluidos como el suministro correcto a los serpentines instalados en el compensador síncrono. «El serpentín Güntner, que opera dentro del compensador, debe ser del tamaño perfecto para que no interfiera con el funcionamiento del equipo, a la vez que garantiza que no se sobrecaliente».
Once subestaciones en Brasil ya están usando el innovador sistema de enfriamiento de Güntner, lo que significa que 15 millones de brasileños están recibiendo los beneficios de una compleja solución de ingeniería que es tan responsable con el medio ambiente como el origen de la energía que reciben. Esto también significa que Güntner desempeña un papel clave en el funcionamiento de una parte vital de la red eléctrica nacional de Brasil.