La Planta Verde
En septiembre de 2019, los miembros del consejo directivo de Güntner viajaron a la ciudad rumana de Sibiu para revisar el progreso de la construcción de la nueva megafábrica de la compañía. Pero, mientras admiraban el área de más de 33 000 metros cuadrados que pronto albergaría tecnología robótica y de IA de vanguardia, coincidieron en que faltaba algo.
“Somos una compañía con tecnología ambiental, enfocada siempre en el diseño de productos sostenibles”, afirmó Robert Gerle, director de ventas globales. “Y eso significa que construir una fábrica nueva no es solo usar mucho concreto y maquinaria nueva. Respetar la naturaleza es parte de nuestra esencia y tenemos un profundo sentido de responsabilidad hacia el medio ambiente. Estas no son solo palabras o frases hechas: son parte fundamental de nuestra empresa.”
Pero, ¿cómo pueden convertirse en parte del tejido de la nueva planta de Sibiu los valores de sostenibilidad y responsabilidad de la compañía? La planta de Sibiu tiene vista hacia campos verdes, bosques y las majestuosas montañas de los Cárpatos. ¿No sería genial, coincidieron todos, si la energía positiva del ambiente de los alrededores pudiera de alguna forma estar dentro de las cuatro paredes de la fábrica?“En ese momento nació una idea”, expresó Klaus Wittek, director de operaciones y líder del proyecto de la fábrica.
Unos días después, en los Países Bajos, sonó el teléfono de Tonny Van Hal. “Era una llamada pidiéndome que volara a Sibiu para ver la nueva fábrica de Güntner”, recordó. “Aparentemente, querían volverla verde. Pensé que ese era un concepto interesante.”
Van Hal es jefe de Therme NAT, integrante de Therme Group, formado por compañías que se especializan en el desarrollo de conceptos ecológicos para empresas. Está convencido que las plantas en el sitio de trabajo no solo mejoran la calidad del aire, sino que reducen el estrés y contribuyen a la buena salud, y existen muchos estudios que avalan su punto de vista.
“Así que volé a Sibiu y, al dar un vistazo al edificio, quedé sorprendido de la cantidad de luz natural que había,” expresó. Esa buena iluminación significaba que había muchísimas posibilidades para usar plantas, pero, al mismo tiempo, Van Hal no quería ocupar un espacio de producción valioso. Decidió que la respuesta estaba en los numerosos pilares que sostenían el techo. Se sentó a trabajar con Wittek y su equipo de ingenieros y, en un lapso de dos semanas, presentaron un concepto de trabajo y una forma de producir maceteros que podrían colocarse en los pilares.
“Fuimos muy afortunados porque Güntner tenía esa increíble maquinaria que nos permitió producir los maceteros directamente en la fábrica”, detalló Van Hal. Wittek rió al recordar. “Fue gracioso porque habíamos invertido todo ese tiempo y esfuerzo en tecnología nueva y los primeros artículos que producimos fueron ¡maceteros!” Y había que producir muchas macetas, alrededor de 500 para cada una de las casi 60 columnas que se usarían. Se usó el recubrimiento en polvo de la fábrica para colorear de verde las macetas y luego se sembraron unas 7 000 plantas de tres continentes. Junto con algunas islas con plantas, todo el proyecto se completó a tiempo para la gran inauguración de la fábrica en diciembre de 2019.
Wittek mencionó que estaba preocupado sobre cómo responderían los operarios de la fábrica al trabajar en un sitio tan inusual, pero sus temores se disiparon de inmediato. Poco después de la inauguración, las plantas se volvieron tema de conversación en la ciudad, y Wittek comenzó a recibir correos electrónicos de operarios de otras fábricas de Güntner de la región, preguntando si podrían trabajar en la nueva planta en el futuro.
Su otra preocupación era el mantenimiento rutinario de las plantas. Tal como lo expresó: “hubiéramos tenido un efecto muy negativo con un bosque moribundo en nuestras manos.” Pero el sistema de riego y fertilización automáticos, mas la contratación de un par de médicos de plantas, han mantenido las plantas con un aspecto fresco durante más de un año.
“Sonrío de satisfacción al ver a las personas hacer reuniones en las bancas bajo las plantas. Es muy agradable”, afirma Wittek. Está convencido de que el ambiente verde ha producido un sentimiento muy positivo entre los 300 empleados, esto se refleja en la forma en que trabajan y los artículos que producen.
“Sonrío de satisfacción al ver a las personas hacer reuniones en las bancas bajo las plantas. “Es muy raro que un tipo industrial como yo tenga la posibilidad de conocer a alguien como Tonny”, comentó Wittek. “Fue un golpe de suerte, porque se creó una auténtica sinergia.”
“Era una atmósfera realmente sorprendente para trabajar”, declaró Van Hal. “Reunir diferentes habilidades y puntos de vista es siempre una idea poderosa. Y ambos equipos compartían la misma filosofía: un deseo de hacer del mundo un mejor lugar.”